Por María Velasco, publicado originariamente en el Colaboratorio de eldiario.es

 

Entre los cientos de proyectos que Goteo contribuye a financiar desde que inició su andadura, existe un tipo de iniciativas que conjugan las categorías de social, tecnológica y, en algunos casos, comunicativas. Entre éstas, encontramos proyectos que promueven el acceso a la información, la transparencia y los datos abiertos, como es el caso de Tu derecho a saber, Qué hacen los diputados, Proyecto Avizor, Transparencia de cuentas públicas y Quién Manda, sobre los que vale la pena entretenerse para analizar no solo las propuestas de valor en cuanto a transparencia y datos abiertos a la hora de presentarse a la ciudadanía, sino en tanto que alternativas viables que para recabar el apoyo de la gente a la hora de financiarse y difundirse activan varios resortes, necesidades y estrategias colectivas que merece la pena conocer en detalle.

De esos cinco proyectos, cuatro estuvieron impulsados por organizaciones de la sociedad civil, es decir, grupos que promocionan el debate público, son autónomos respecto al Estado, plurales y parciales (no quieren representar todos los intereses, de sus miembros o ajenos) (Sampedro, 2000: 31). Una de ellas, Transparencia de cuentas públicas, es una empresa que basa su actividad en el open data y observa, vigila, y opina sobre miles de administraciones.

Estos colectivos han decidido plantear campañas de financiación en Goteo, según sus miembros han señalado, por “comulgar” con el espíritu de devolver un retorno a los cofinanciadores y a la sociedad en general, que es la filosofía general también de la plataforma. Ese retorno tiene forma de código abierto, a través de las aplicaciones que han llevado o están llevando a cabo; información y artículos periodísticos; servicios útiles y activismo, entre otros.

Otras características que poseen estos grupos, recogidas por Mª José Funes (1993: 55) son su utilidad para detectar y atender las necesidades sociales con mayor rapidez que los organismos oficiales, y la posibilidad de generar soluciones más innovadoras y creativas que las respuestas institucionales. Al estar menos burocratizadas, crean nuevas estrategias de forma ágil, lo que les permite atender algunos problemas con mayor eficacia.

Además, establecen redes de confianza y solidaridad, ejercen como actores públicos que agregan y diseminan la voz de la ciudadanía y proveen de espacio para el compromiso público (Lang, 2013: 50). A continuación veremos, una a una, cómo reflejan estos rasgos.

Acceso sencillo a la información de las instituciones públicas

Tu derecho a saber fue una de las primeras apuestas, tanto de Goteo como del embrión de lo que hoy es la Fundación Ciudadana Civio, de la que es patrono el desarrollador David Cabo. Hizo el proyecto y la campaña para financiar su web en colaboración con Vicky Anderica, de la asociación Access Info Europe.

Es una página que facilita el envío de solicitudes de información a instituciones públicas españolas, el seguimiento de dichas peticiones y visibiliza los casos en los que los organismos niegan las respuestas.

Cuenta con un blog en el que informan del éxito o fracaso de las cuestiones que envían los usuarios. Inspirados en la web de la organización británica mySociety, What do They Know, sus promotores desempeñan una labor de grupo de presión para que el acceso a la información pública sea una realidad.

Saber lo que hacen los diputados españoles

Qué hacen los diputados es una asociación formada por voluntarios que sigue el trabajo parlamentario inspirada en proyectos como Open Congress (de la americana Sunlight Foundation) o They Work For You (de mySociety). Los objetivos principales de asociaciones como esta, según la Declaration on Parliamentary Openness, son generar un mayor compromiso con la transparencia y la participación ciudadana.

Gráfico de iniciativas legislativas aprobadas de 2010 a 2012 usado en la campaña Qué hacen los diputados

Realizaron una campaña de financiación con Goteo para crear una web en la que hacer más accesible la información parlamentaria; fortalecer la capacidad de los ciudadanos para participar en los procesos legislativos y mejorar la rendición de cuentas a través de las labores de grupo de presión y activismo. En su blog explican el proceso legislativo, el funcionamiento del Congreso e iniciativas que pueden interesar a la ciudadanía.

Los diputados y su trabajo para acabar con la pobreza

Otra iniciativa de monitorización parlamentaria que se ha cofinanciado con éxito mediante Goteo es Proyecto Avizor, ligado al centro de investigación CIECODE (perteneciente a la Fundación Salvador Soler). Sus miembros, personas contratadas por la fundación, analizan de forma concienzuda las políticas públicas para combatir la pobreza a través de las iniciativas parlamentarias.

Vídeo para la campaña en Goteo del proyecto Avizor

Informan acerca de sus efectos en los países en desarrollo y proponen las reformas necesarias para avanzar hacia una sociedad más igualitaria y justa. Cada año publican un informe con un análisis del escaso trabajo parlamentario en torno a la pobreza.

Pretende ser una herramienta para exigir a los políticos, “dar publicidad” a los diputados más comprometidos y concienciar a la población de la importancia de la política en la lucha contra la pobreza.

Las cuentas de los organismos públicos, más claras

Transparencia de cuentas públicas es un proyecto del trabajador autónomo Miguel Fiandor cuyo objetivo es plasmar los indicadores económicos de las administraciones públicas en una web que ofrece esos datos en abierto y de pago. La página también se ha podido crear gracias a la campaña en Goteo.

Vídeo para la campaña en Goteo del proyecto Transparencia de cuentas públicas

Fiandor intenta que su web sea un referente donde poder ver, de forma comprensible, las cuentas de los ayuntamientos. Así, desde ciudadanos hasta empresas pasando por administraciones y medios de comunicación pueden comparar los respectivos indicadores económicos. La intención final es “promover la buena gestión y evitar las malas prácticas” en las políticas públicas, así como ayudar a la ciudadanía a hacerse una opinión fundamentada sobre la toma de decisiones.

Las relaciones entre el poder económico y los políticos

Quién Manda es la última herramienta online que ha puesto en marcha la Fundación Civio. Esta web pretende ser un repositorio “fiable y documentado” de perfiles de políticos, empresarios y organizaciones, principalmente. También analiza, en artículos periodísticos, las relaciones entre lo público y lo privado “para reclamar más transparencia y trasladar a la ciudadanía una información rigurosa que le permita tomar sus propias decisiones”.

Vídeo para la campaña en Goteo del proyecto Quién Manda

Aparte, los integrantes de Civio -cuatro personas remuneradas- están llevando a cabo una labor de presión para conseguir, entre otros, que España regule la actividad del lobby, es decir, organizaciones que presionan para conseguir que los poderes públicos adopten decisiones favorables a los intereses de un sector concreto. También que los políticos publiquen sus agendas con las reuniones y actividades que realizan con el objetivo de que pueda haber un control y una rendición de cuentas.

Conceptos abstractos vs proyectos tangibles

Todas estas organizaciones tienen en común que luchan por conceptos abstractos, que podrían parecer más difíciles de explicar que los elementos tangibles que se promueven en otras campañas de crowdfunding, como podría ser un documental, una acción de tipo social o grabar un disco. Algunos impulsores piensan que es sencillo hablar de transparencia, datos abiertos y acceso a la información. Mientras que otros consideran que es más complicado transmitir estos valores y conseguir que haya gente que done por esta causa.

La transparencia es una palabra utilizada desde hace escasos años, sobre todo por políticos o representantes gubernamentales e institucionales, empresas y ciudadanía. Los autores Bennis, Goleman y O'Toole (2008: 16) citan al ensayista del New York Times, John Schwartz, quien afirma que cuando los dirigentes dicen que están siendo transparentes, "lo que realmente quieren decir es 'no mintiendo' y 'no escondiendo lo que en realidad están haciendo".

«El retorno de estos proyectos contribuye a que la sociedad empiece a reclamar transparencia a las instituciones públicas»

Los autores sentencian que "afirmar ser transparente no es lo mismo que ser verdaderamente transparente” y definen la creación de una cultura de la sinceridad como la “libre circulación de información dentro de una organización y entre la organización y otros interesados, incluyendo al público". Este principio es el que precisamente reclaman las organizaciones cuyos proyectos han pasado por Goteo, es decir, que cualquier ciudadano pueda acceder a toda la información pública y a los documentos e informes en los que se basa la toma de decisiones, como un retorno colectivo que en todos estos casos se acompaña de datos abiertos y sus correspondientes licencias.

Una de las promotoras de Tu derecho a saber, Vicky Anderica, confiesa: “Siempre tienes miedo a no conseguir la financiación porque no es fácil”. Sin embargo, afirma que contaban con el apoyo de la comunidad de la transparencia y del open data de España, que hasta ese momento nunca había donado en una campaña similar.

“La comunidad open data está muy cercana a lo abierto y lo ‘crowd’. En España están bastante unidas y pudimos llegar de forma muy sencilla y rápida a esas comunidades”, considera Anderica, otro factor clave para el éxito de su campaña. Señala que uno de los cofinanciadores que aportó 500 euros era un desconocido para ellos y que encontró la campaña por su cuenta. “Dijo que nunca había visto nada parecido. Éramos los primeros que planteábamos este tipo de herramientas sin estar enfocadas a un partido político o a un movimiento social. El tema de la transparencia puede ser muy difícil para unas cosas y fácil para otras”, cuenta.

Después de Tu derecho a saber han ido pasando más iniciativas de este tipo por Goteo, ante lo que Javier de Vega asevera: “La transparencia tiene ahora una mayor aceptación, es más fácil de explicar ya que son muchos los proyectos que la abordan. Además, los procesos de transparencia, cuando mejoran, tienen una repercusión colectiva”.

Cómo ayuda una campaña a orientar un proyecto

De Proyecto Avizor, Alba Gutiérrez cree que a primera vista puede parecer más fácil vender algo tangible, pero dado que Goteo está orientado a catalizar retornos colectivos -es decir, resultados del proyecto que benefician a una amplia franja de la sociedad-, la transparencia entra en esa categoría.

“No creo que sea más complicado”, subraya, aunque apunta que pasó un año desde el momento en que se plantearon hacer una campaña de financiación y la pusieron en marcha. En ese tiempo cambiaron “muchísimo” la redacción tras recibir la asesoría de Goteo. “Ayuda mucho a saber el público al que te diriges, los objetivos concretos que quieres”, comenta.

En ese sentido, y aunque Gutiérrez afirma que “el proyecto ya estaba montado y tenía sus objetivos”, pudieron orientarlos y definirlos “mucho mejor”.

Por su parte, una de las impulsoras de la aplicación de Qué hacen los diputados, Vicky Bolaños, afirma que proponer una herramienta de tinte activista que plantea hacer ciertos datos más accesibles -en este caso iniciativas y votaciones del Congreso de los Diputados-, es “más complicado” de explicar. Al menos ellos tuvieron que dedicar varios días a madurar los textos para trasladar su intención de acercar el proceso legislativo a la ciudadanía y de ejercer de grupo de presión para conseguir más transparencia parlamentaria.

Para el creador de Transparencia de cuentas públicas, Miguel Fiandor, “es el mejor momento” para estas temáticas y este tipo de proyectos y cree que pueden contribuir a que la sociedad empiece a reclamar transparencia a las instituciones públicas.

Tener algo previo que mostrar… o no

Otra de las posibles dudas antes de empezar una campaña de crowdfunding sobre temas intangibles es: ¿Necesito enseñar algo de proyecto antes de empezar? Uno de los impulsores de Quién Manda, Javier de Vega, cree que ayuda pero no es imprescindible, ya que muchos proyectos muestran una versión beta una vez finalizadas las dos rondas de financiación.

«No es más complicado financiar un proyecto intangible que otro tangible »

Sin embargo, indica que en el caso de Quién Manda, o de España en llamas, otra de las campañas impulsadas por Civio en Goteo, mostraron webs básicas al comenzar. “Nos ayudó tener una información básica que mostrar, para visualizar mejor lo que se iba a encontrar después, las relaciones entre políticos y empresarios, etc. Quiero pensar que está bien enfocado así, con el tipo de proyectos que hacemos nosotros”, cuenta.

En este sentido, Alba Gutiérrez señala que, aunque “no es necesario tener el proyecto empezado, añade valor” porque así los posibles cofinanciadores tienen elementos para decidir si consideran interesante el proyecto como para aportar. “La clave está en cómo lo comuniques, tienes que transmitir que es algo novedoso”, remata.

Invertir tiempo y comunicar bien la campaña

Un punto en el que coinciden los impulsores de estos cinco proyectos es que es necesario dedicar tiempo a preparar, llevar y devolver los retornos de la campaña e incidir mucho en la difusión. Una fórmula que les ha conducido al éxito en su crowdfunding, ya que todos han conseguido la financiación mínima y en algunos casos han sobrepasado la óptima.

Tanto Transparencia de cuentas públicas como Proyecto Avizor contaron con una persona dedicada prácticamente al 100% al crowdfunding. En el primer caso fue el propio Miguel Fiandor quien redactó el proyecto e hizo un vídeo de animación. También tuvo una persona remunerada que le ayudó con las redes sociales.

Mientras, en Proyecto Avizor hubo tres personas implicadas en el crowdfunding en momentos puntuales. Una vez finalizada la campaña, Alba Gutiérrez dedicó durante dos meses el 60% de su jornada laboral a elaborar las recompensas individuales.

En cuanto a comunicación del proyecto, en general, siguieron los consejos que proporciona Goteo antes y durante la campaña, como enviar diariamente mensajes en las redes sociales. Como explica Vicky Bolaños, de Qué hacen los diputados, incidieron más al comienzo de la campaña. Pasados los primeros diez días fueron disminuyendo el número de mensajes, para no cansar a los usuarios. “Poníamos dos mensajes al día en Twitter, uno por la mañana y otro por la tarde y de vez en cuando en Facebook, para no ser monotema”, apunta.

También consideran imprescindible el envío de mails a familiares, amigos y personas cercanas afines a la comunidad relacionada con el proyecto. En algunos casos, como Avizor, hicieron dos mailings a los conocidos, uno al principio y a otro final de la campaña, de recordatorio, así como un tercer envío de correos a personas seleccionadas “no comprometidas” con el proyecto. Alba Gutiérrez cuenta que funcionaron sobre todo los correos del final de la campaña, ya que al transmitir que aún no habían llegado al mínimo la comunidad se volcó.

“Aunque parezca que la campaña está encarrilada, conviene recordar que el objetivo está lejos y que la gente se dé cuenta de que su aportación es muy importante”, subraya Javier de Vega.

En dos casos, Quién Manda y Transparencia de cuentas públicas, intentaron informar de su proyecto a comunidades que podrían encontrar útiles sus herramientas, pero según han explicado, sin demasiado éxito.

Fundación Civio buscó público objetivo entre unas 90 organizaciones relacionadas con la temática. Les explicaron que Quién Manda es una “herramienta de presión para regular el lobby”, idea de la que se mostraron partidarios, sin embargo no se  involucraron en la campaña. Así, De Vega reconoce que la mayoría de personas que han donado han sido “cofinanciadores recurrentes de Goteo de otros proyectos”.

Aparecer en medios de comunicación y otras acciones

La presencia en medios de comunicación es otros de los “imprescindibles” de la campaña para la mayoría de impulsores entrevistados. Tanto Miguel Fiandor como Vicky Bolaños han explicitado que con la aparición de sus proyectos en momentos puntuales en radio y televisión han notado un repunte en las aportaciones, que aunque no definitivo, sí ha ayudado.

Como afirma Javier de Vega, de Quién Manda: “En Goteo salen adelante muchos proyectos que no llegan a los medios, aunque creo que cualquier proyecto debería intentar llegar a ellos para darse a conocer. Sin embargo, no sabría demostrar la repercusión monetaria que tiene”. Ellos hicieron coincidir el lanzamiento de la web con el comienzo de la campaña y tuvo repercusión mediática.

«Estar en los medios de comunicación ayuda a extender el retorno colectivo»

“Ya que uno de los de los objetivos de Goteo es generar un retorno colectivo, estar en los medios, ya sean los generalistas o en otros más pequeños, ayuda a extender ese retorno. Creo que es importante que cualquier persona, y no solo las afines, te conozca”, subraya Bolaños.

Uno de los mayores retos para las organizaciones que no cuentan con un periodista entre sus miembros sea, tal vez, contactar con alguien que sí conozca a profesionales de los medios. A Miguel Fiandor no le funcionó enviar una nota de prensa a los mails genéricos de los diarios. Explica que recurrió a una amiga periodista que le proporcionó los teléfonos de algunos compañeros y así fue como consiguió salir en televisión y medios digitales.

Proyecto Avizor, aunque contaba con el contacto del blog 3.500 millones, consiguió llegar a otros medios a través de una periodista que conocían. “Ayudaría que Goteo te pusiera en contacto con su red de medios para conseguir que publiquen sobre tu proyecto”, ha sugerido Gutiérrez.

Por su parte, desde Qué hacen los diputados y Quién Manda recomiendan acudir a los medios no contando la campaña en sí, sino ofreciendo otros contenidos noticiosos generados por el proyecto. “La actualidad nos ayudó mucho. La campaña coincidió con la tramitación de la Ley de Transparencia, y un post que publicamos sobre los puntos oscuros de la ley tuvo mucha repercusión y viralidad”, señala Bolaños.

Desde Civio, que tiene tres campañas de crowdfunding a sus espaldas, han probado varias acciones que creen han funcionado bien. Hicieron un encuentro online en el que cualquier persona podía hacer preguntas con la plataforma Doing Doing.

“Nos gustó como experimento, ya que participaron 30 personas de las cuales unas diez hicieron preguntas”, recuerda De Vega, quien explica, satisfecho, que el vídeo principal de la campaña fue “fundamental” y “una de las cosas más importantes” que han hecho para lanzar el proyecto, puesto que nunca habían recibido tantas visitas.

Asimismo, Civio organizó encuentros individuales para explicar el proyecto y creen que, en caso de volver a hacer una campaña en el futuro, se plantean hacer más vídeos cortos para lanzar durante las rondas de financiación.

En este sentido, tanto Proyecto Avizor como Qué hacen participaron en jornadas en las que sus discursos estuvieron algo relacionados a los objetivos de sus respectivas campañas: mejorar las herramientas de monitorización parlamentaria. “Aprovechamos el momento y lo enfocamos a la campaña. Nos vino muy bien”, afirma Alba Gutiérrez.

Por último, Vicky Bolaños señala que a uno de los miembros de Qué hacen se le ocurrió hacer un cartel para colgar en lugares clave de la ciudad, que finalmente se difundió en las redes sociales y funcionó muy bien. “Un cartel atractivo, llamativo, con los datos del proyecto aporta gran viralidad”, remata y añade que es conveniente prestar atención a pequeños detalles como crear un badge para que la gente se lo pueda poner en su avatar, cambiar el fondo y la cabecera en Twitter y Facebook para hacer ver que estás en campaña.

Proyectos 100% financiados

Los cinco proyectos finalizaron sus campañas con éxito. En el caso de Tu derecho a saber, un caso diferente por ser de los dos primeros que lanzó Goteo, sus promotores pidieron una cantidad moderada. Era una iniciativa de temática poco común, como es el acceso a la información y a sabiendas de que las donaciones no estaban tan extendidas en España, como ha explicado Vicky Anderica.

Consiguieron que 152 personas apoyaran la creación de la web que facilita hacer preguntas a las instituciones públicas. La cantidad que solicitaron, 4.100 euros el mínimo y 5.700 el óptimo, se vio superada con creces, llegando a obtener 6.138 euros (un 149%).

En el caso de Qué hacen los diputados, para poder crear una nueva web plantearon recaudar 6.000 euros de mínimo y 9.000 de óptimo, obteniendo finalmente 6.535 euros (un 108%).

Por su parte, Proyecto Avizor quería mejorar su web y financiar su día a día, para lo que solicitaron un mínimo de 4.400 euros y un óptimo de 6.600 euros. Finalizaron su campaña en septiembre de 2013, después de haber pasado por pleno verano, con 4.560 euros (un 103%).

Quien también hizo la campaña en los meses estivales fue Miguel Fiandor, que pidió para Transparencia de cuentas públicas 4.100 euros de mínimo; 9.900 de máximo y consiguió 5.228, un 127%.

La campaña más reciente, Quién Manda, puso el listón más alto, con 10.800 euros de mínimo y 16.200 de óptimo. Tras los 80 días de las dos rondas de financiación, el 28 de diciembre de 2013, cerraron con 12.860 euros, un 119%.

Retornos ‘abiertos’

Los cinco proyectos han creado o están generando código abierto para desarrollar sus respectivas webs. Mientras que la API de Tu derecho a saber está disponible desde 2012, Qué hacen, Proyecto Avizor, Quién Manda y el proyecto de Miguel Fiandor están trabajando todavía en sus respectivas API para que las bases de datos estén incorporadas.

Aparte, tienen previsto ofrecer los contenidos que se muestran o mostrarán en las webs en abierto, en formatos accesibles y reutilizables.

“La información está disponible pero todavía no para usarla. Queremos facilitar a todo el mundo que pueda acceder a la fuentes documentadas y a las relaciones que muestra la página”, ha explicado Javier de Vega, de Civio, quien reconoce que identifica código abierto con Goteo, puesto que ve que la plataforma participa y está detrás de múltiples eventos de cultura abierta.

Asimismo, se puede acceder en abierto a los datos de más de 5.500 ayuntamientos en la web de Transparencia de cuentas públicas, así como a todas las preguntas y respuestas formuladas hasta la fecha y contenidos de Tu derecho a saber. En Qué hacen los diputados también han ido publicando post con datos de actividad parlamentaria que se pueden copiar y reutilizar.

Tanto las API como los contenidos se caracterizan por su tipo de licencias, todas abiertas: General Public License; Affero General Public License; MIT/X11 License; CC-Reconocimiento-CompartirIgual y CC-Reconocimiento-NoComercial.

Otro retorno colectivo tanto o más valioso que los anteriores es la función de grupo de presión que están ejerciendo la mayoría de estas organizaciones en la esfera pública del poder. Como cuenta Javier de Vega: “Desde octubre nos hemos reunido con nueve partidos para que den a conocer sus agendas de trabajo. Seguimos siendo muy activos y profundizando en ese activismo cívico del que se beneficia todo el mundo”.

Bibliografía

Bennis, W.; Goleman, D.; O'Toole, J. (2008). Transparencia. Alienta Editorial.

Declaración sobre la transparencia parlamentaria (2012).

Funes, Mª José (1993). “Las organizaciones voluntarias en el proceso de la sociedad civil”. Sistema, nº 117, noviembre.

Lang, Sabine (2013). NGOs, Civil Society, and the Public Sphere. Cambridge University Press.

Sampedro, Víctor (2000). Opinión pública, poder y democracia deliberativa. Madrid: Editorial Istmo.