En Goteo, damos un paso más en nuestro compromiso con el procomún y el conocimiento libre: nos sumamos a la comunidad GenderDataLab.org y disponibilizamos un dataset abierto sobre los proyectos feministas que han pasado por Goteo.

Así apostamos por contribuir a cerrar la brecha de datos de género también en la economía social y solidaria, aportando nuestro granito a dar a conocer más sobre las iniciativas e impacto de proyectos que promueven la igualdad de género y el empoderamiento bajo perspectivas feministas.

Así, fue el lunes 7 de marzo en cuando nuestra compañera Tayrine Dias habló de datos abiertos con perspectiva de género en el Open Data Day, presentando nuestra colaboración en el marco de los principios del feminismo de datos.

Algunas de las cuestiones más candentes que se trataron fueron como el feminismo de datos plantea una crítica interseccional a la forma en que la ciencia de datos refuerza el poder y una reflexión filosófica acerca de la supuesta “neutralidad” del conocimiento que produce.

El objetivo es centrarse en los sesgos de género para analizar qué puede aportar el movimiento feminista al big data. En esa intersección del feminismo con la raza, con el género y la sexualidad o con el colonialismo. Pero a la vez, pensando que estos son campos enteros de conocimiento.

La diversidad es esencial en todas las etapas: desde la infraestructura en la inclusión de mujeres programadoras y visualizadoras, hasta el propio consumo de estos datos para asegurar que las distintas voces son escuchadas. ¿Cómo aumentar esa diversidad? En el desarrollo de software, por ejemplo, hay dinámicas muy difíciles basadas en relaciones de poder que expulsan a las mujeres programadoras, y que deben cambiar para aumentar la presencia de otros géneros. El trabajo estrecho con colectivos como Digital Fems es esencial.

Uno de los proyectos más potentes es el de datoscontraelruido.org donde podemos consultar los gráficos sobre violencia machista en el Estado Español y descubrir que se han reportado 1.901.381 casos entre 2010 y 2021, resultando en 480 denuncias al día.

La tarea fue reorganizar el ruido de dichos datos recopilados para hacerlos útiles. ¿De qué sirve su acumulación si luego no hay forma de relacionar de donde surgen las denuncias y en qué sentencias resultan? Con este proyecto, esos datos abiertos pero crípticos se convierten en datos útiles con los cuales es posible hacer una lectura de la situación, proponer cambios y observar su efectividad.

Gracias a esta herramienta podemos comprobar fenómenos como la caída de la media de 20.000 denuncias anuales a poco más de 10.000 durante el año de encierro por covid-19. ¿Fueran tantas las mujeres que no se atrevieron a denunciar ante la imposibilidad de abandonar su hogar de forma segura y acceder a unos servicios de acogida?

Desde aquí te invitamos a visionar todas las presentaciones, así como las interesantes preguntas planteadas por las personas asistentes al acto.