El caso Oviedo a la ONU

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Financiado o 27 / 07 / 2023
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Canle
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    Calendario 2023 de Parir En Libertad

    Parir En Libertad es una asociación sin ánimo de lucro que se autofinancia, entre otras cosas, realizando y vendiendo cada año calendarios.

    Este año nos sobraron unos ejemplares y, aunque el año ya está muy avanzado, os queremos animar a hacer una donación regalando a los primeros 5 cofinanciadores un ejemplar de nuestro calendario, independientemente del importe aportado.

    > 05 Cofinanceiros
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    Tríptico, postal y chapa de Parir En Libertad

    Todas las donaciones de 20 euros recibirán por correo una postal de recuerdo, una chapa con nuestro logotipo o un eslogán reivindicativo y un práctico tríptico recordatorio de nuestros derechos.

    Los envíos de postales, chapas y trípticos se realizarán una vez finalice la campaña.

    > 16 Cofinanceiros
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    Tríptico, postal, chapa y bolsa de tela de Parir En Libertad

    A todas las donaciones que alcancen los 40€ les haremos llegar por correo postal una bolsa de tela en color negro con los hashtags #Mi cuerpo, #Mi parto, #Mi decisión impresos en blanco, un tríptico, una postal y una chapa.

    Los envíos de recompensas se realizarán una vez finalice la campaña.

    *La cantidad de bolsas de tela disponibles se eleva a 57 unidades en total, a repartir entre los donativos de 40, 80 y 100 €

    > 20 Cofinanceiros
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    Tríptico, postal, chapa y camiseta de Parir En Libertad

    A todas las donaciones que alcancen los 60€ les haremos llegar por correo postal una camiseta en color negro con la frase "Sin consentimiento, no me toques el coño (¡Ni pariendo!)" impresa en blanco y rojo, un tríptico, una postal y una chapa.

    Los envíos de recompensas se realizarán una vez finalice la campaña.

    *La cantidad de camisetas disponibles se eleva a 60 unidades en total, a repartir entre los donativos de 60, 80 y 100 €

    > 08 Cofinanceiros
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    Tríptico, postal, chapa, bolsa de tela y camiseta de Parir En Libertad

    A todas las donaciones que alcancen los 80€ les haremos llegar por correo postal una camiseta en color negro con la a frase "Sin consentimiento, no me toques el coño (¡Ni pariendo!)" impresa en blanco y rojo, una bolsa de tela en color negro con los hashtags #Mi cuerpo, #Mi parto, #Mi decisión impresos en blanco, un tríptico, una postal y una chapa.

    Los envíos de recompensas se realizarán una vez finalice la campaña.

    *La cantidad de camisetas disponibles se eleva a 60 unidades en total, a repartir entre los donativos de 60, 80 y 100 €. La cantidad de bolsas de tela disponible se eleva a 57 unidades en total, a repartir entre los donativos de 40, 80 y 100€

    > 07 Cofinanceiros
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    tríptico, postal, chapa, bolso y camiseta de Parir En Libertad y un diario de embarazo

    A todas las donaciones que alcancen los 100€ les haremos llegar por correo postal un diario de embarazo para regalar o auto-regalarse y así disfrutar de un embarazo consciente, una camiseta en color negro con la a frase "Sin consentimiento, no me toques el coño (¡Ni pariendo!)" impresa en blanco y rojo, una bolsa de tela en color negro con los hashtags #Mi cuerpo, #Mi parto, #Mi decisión impresos en blanco, un tríptico, una postal y una chapa.

    Los envíos de recompensas se realizarán una vez finalice la campaña.

    *La cantidad de diarios de embarazo disponibles se eleva a 5, fueron generosamente cedidos por Ana, de Espacio Kauri. La cantidad de camisetas disponibles se eleva a 60 unidades en total, a repartir entre los donativos de 60, 80 y 100 €. La cantidad de bolsas de tela disponible se eleva a 57 unidades en total, a repartir entre los donativos de 40, 80 y 100€

    > 05 Cofinanceiros

Acerca deste Proxecto

Agotados los recursos jurídicos a nivel nacional, llevamos el caso al CEDAW, para que se haga justicia

Necesidades Tarefa Mínimo Óptimo
Abogacía y tasas judiciales internacionales
Este coste incluye los gastos de los procesos judiciales para llevar el caso a la ONU, concretamente al Comité pa la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW). En anteriores crowdfundings contabamos con cubrir ya estos gastos con el dinero recaudado, pero una serie de gastos imprevistos relacionado con los anteriores recursos, así como una condena en costas, hicieron que el dinero ya recaudado no diera para seguir adelante y llegar al TEDH. Esta vez el importe relacionado con esta defensa jurídica es especialmente elevedo puesto que, al tratarse de una instancia internacional, no interviene una sola abogada sino también otra colaboradora procesal. Si se reconoce la vulneración de derechos sin agotar la totalidad del dinero recaudado se destinaría a una o varias asociaciones que luchan porque esta situación no vuelva a repetirse.
€ 9.000
Anterior condena en costas
Hemos pedido una indemnización ridícula, 10.000€, para reducir el riesgo a tener que pagar una enorme cantidad en costas. Hasta ahora y aunque es una aberración, he sido condenada en costas una vez. Sin embargo, todavía no se me ha comunicado el importe que me piden ni cuándo me exigirán pagar dicha cantidad. Esperamos que, al ganar el próximo juicio, impugnen esta anterior condena en costas. Pero no podemos saberlo con certeza y por eso pedimos este dinero. En caso de que se recaude esta cifra sin tener que abonarla en costas, nos comprometemos a donar este dinero a asociaciones que luchan por los derechos de las mujeres a lo largo de sus procesos reproductivos.
€ 2.000
Variables
Como la experiencia nos ha demostrado que estos procesos judiciales siempre conllevan una serie de gastos adicionales no previstos en un primer momento, esta vez hemos decidido calcular un 10% de gastos variables extra, aplicable a los gastos de abogacía. Estos imprevistos suelen abarcar los impuestos que se aplican a los procesos judiciales, los gastos de desplazamiento, de alojamento, etc. En caso de que se recaude esta cifra sin tener que gastarla, nos comprometemos a donar este dinero a asociaciones que luchan por los derechos de las mujeres a lo largo de sus procesos reproductivos.
€ 900
Necesidades Material Mínimo Óptimo
Recompensas
Nos parece importante lo simbólico de agradecer vuestra aportación a la causa. Este es el precio que hemos calculado que las recompensas, y sus envíos, suponen. Aquí van los costes de creación de trípticos, postales, chapas, bolsas de tela y camisetas, así cómo los envíos a toda España.
€ 1.400
Necesidades Infraestrutura Mínimo Óptimo
Comisiones
Gastos adicionales relacionados con la producción del Crowdfunding a través de la plataforma Goteo.org y gastos de comisiones bancarias en caso de recaudación del óptimo.
€ 700
Total € 11.000 € 14.000
Imprescindíbel
Adicional

Información xeral

Recordando lo ocurrido

En el mundo de las barbaridades obstétricas, el caso Oviedo ya se ha hecho famoso. Una mujer decide parir en casa, está informada y ha contratado un equipo de profesionales cualificados para acompañarla. Al alargarse su embarazo, decide acudir al hospital a comprobar que todo seguía bien para poder decidir si seguir con el parto en casa u optar por un parto hospitalario. Y ese día, ocurren dos cosas: por una parte, comprueba que tanto ella como su bebé se encontraban perfectamente, y por otra, se encuentra con la prepotencia y los prejuicios de un obstetra sobre el parto en casa y la libertad individual de las mujeres para decidir por si mismas. Y a pesar de que todo estaba bien decidió obligarla a hacer lo que él quería, con la ayuda de una jueza.

De ahí empezó una serie negra de fallos, tanto del sistema de salud público como del sistema judicial. Pasándose la pelota del uno al otro para respaldarse mutuamente sin tener que asumir consecuencias ninguno de los dos.

Tras hablar con el obstetra y negarse, éste, a darle una copia de los informes y las pruebas realizada ese día, la mujer sale para pedir la opinión de otro profesional (llamando a su matrona privada). Después de la llamada, al regresar a la consulta del obstetra se encuentra con que han cerrado el servicio y ya no queda nadie a quién comunicar su decisión, así que ella y su pareja regresan a su domicilio, con contracciones esporádicas.

Esa misma noche, se puso espontáneamente de parto, en su casa y, al día siguiente, encontrándose ella en su piscina de parto, acompañada de su matrona, vio irrumpir en su casa la policía, con una orden judicial para trasladarla forzosamente al Hospital Universitario Central de Asturias para someterla a una inducción. Obviamente una inducción del parto no tiene sentido cuando el parto ya ha empezado. Obviamente, la matrona que la acompañaba controlaba el bienestar tanto de la madre como del bebé y ninguno de los dos corría peligro. Lo único que querían era tenerla entre rejas invisibles. Tras tres días de secuestro y malos tratos constantes, su hija nació por cesárea. La cesárea fue una de las tantas innecesarias, consecuencia directa de lo sucedido, que hizo imposible que el parto progresara como lo habría hecho en libertad.

Justicia elitista

Ya es el tercer crowdfunding que realizamos, desde Parir En Libertad (https://www.parirenlibertad.org/), para costear los gastos judiciales de este caso. No lo hemos hecho con intención de que compensen, con papel numerado, una ínfima parte del daño generado. Esto no es posible, el dinero no borra los traumas ni devuelve las experiencias robadas. Lo hemos hecho para que, cuando vuelva a pasar semejante abuso, la mujer que lo viva pueda, al menos, defenderse con el juicio que estoy segura de que, finalmente, ganaremos. Porque aunque en España los obstetras y el sistema sanitario niegan que la violencia obstétrica existe -como cual violador mentiroso- en la ONU este tema tiene nombre y apellido.

Por ahora, sumando el dinero aportado por la familia y el que se recaudó las dos anteriores veces, alcanzamos la suma vertiginosa de unos 30.000€ de gastos. De momento, sólo hemos visto teatro: la justicia, fardándose de proteger al ciudadano, defiende a los lobos que nos atacan. Y mientras tanto, la máquina sigue engullendo dinero para que los jueces miren para otro lado, nieguen lo innegable y siga sin existir la justicia. Pero hemos llegado a donde queríamos llegar, y es que esperamos que arriba, en el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), empiece a reinar la cordura.

Como veis, la justicia, sin vuestro apoyo, es inalcanzable. Así que hacemos este tercer llamamiento, pero esta vez, decido hacerlo yo misma, dando la cara, contaros mi vivencia, relataros los hechos en primera persona. Obviamente y por suerte, sigo teniendo todo un equipo que me apoya y me rodea. Siempre he estado presente en los anteriores crowdfunding, pero en la sombra, en el anonimato, a escondidas. Basta ya de esconderme.

Evolución de los juicios y sentencias

Hoy, 4 años tras los hechos, he agotado todos los recursos judiciales que existen a nivel nacional: los dos juicios que he llevado al Tribunal Constitucional han acabado en sentencias en mi contra. Aunque también ha habido varios votos particulares respaldándome.

El primer recurso es contra la actuación judicial que me ha quitado todo derecho a decidir, sin contrastar los hechos. Según los protocolos existentes en este país, antes de emitir tal orden judicial, deberían haber contactado conmigo, comprobar que no estaba queriendo poner en peligro a nadie y, ante la duda de si la vida de mi bebé estaba en peligro o no, pedir la opinión de otro profesional, evitándome así tal infierno. Este recurso ha recibido una sentencia negativa del Tribunal Constitucional en junio 2022. Esta sentencia sienta un grave precedente en nuestro país al afirmar que, si estás embarazada, dan igual tus derechos y tus decisiones: si un médico dice que la vida de tu bebé está en peligro, lo pierdes todo. No hace falta que esté realmente en peligro, no. Basta con que lo digan, no tienen que demostrarlo y, de hecho, aunque tú demuestres, a posteriori, que no era el caso, no importa: la palabra del médico es ley, y tus derechos, papel mojado. Para esta primera vía, el año pasado una de mis abogadas, realizó una colecta de fondos por su propia cuenta, con el objetivo de seguir adelante y llevar este recurso a Estrasburgo y, si hace falta, también a la ONU.

El segundo recurso, contra la actuación del hospital durante mi ingreso forzoso, también ha recibido una sentencia negativa, en marzo de 2023. Cuando leí la sentencia, no sabía si reír o llorar. Básicamente se dedican, durante 86 páginas, a decir que: si el personal del HUCA no lo apuntó en mi historia clínica, no hay pruebas de que hayan ejercido violencia obstétrica. Vergüenza ajena me da... Además de ser un razonamiento sumamente absurdo, los dados han sido trucados: simplemente ignoran los testimonios y peritajes que aportamos. Ni siquiera se dignan a mencionarlos. Como si no existieran. Dan todo el crédito del mundo a la palabra del acusado e ignoran al demandante (en este caso, a la víctima) y las pruebas que aporta, haciendo evidentes sus prejuicios y parcialidad. Muchos culpables, en sus juicio, no reconocen los hechos, no dejan pruebas, por escrito, de sus actos, pero eso no significa que que no sean culpables. Pero claro, si el acusado es un médico y se le acusa de violencia obstétrica... Todo cambia. ¿No? Para esta segunda vía estamos recaudando dinero hoy, para poder llevarla a la ONU, al Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer y que se reconozca, una vez más, la existencia de la violencia obstétrica en España, para hacer valer nuestros derechos, como mujeres, hasta en los paritorios.

Sabíamos que esto podía pasar, aunque no nos imaginábamos que fuera de manera tan descarada ni que nos fuera a suponer tal importe económico y desgaste emocional. Pero no todo está perdido puesto que en ambas sentencias hay votos particulares a mi favor, y muy prometedores. Aunque son una minoría, sí que hay magistrados que han hecho su trabajo correctamente y entienden que lo que denunciamos es legítimo y no se debería permitir.

Inmaculada Montalban Huertas, magistrada y vicepresidenta del Tribunal Constitucional, se muestra especialmente crítica en cuanto a que haya podido dar mi consentimiento informado y a la falta de rigor del Tribunal Constitucional con respeto al estudio de mi demanda, tal y como lo demuestran estos fragmentos de su voto particular en esta última sentencia :
"El contexto fáctico coactivo, en el que se encontraba la demandante, impide que el consentimiento prestado a los tratamientos médicos pueda calificarse como libre y consciente.El consentimiento se obtiene tras la información conminatoria de que estaba obligada, por orden judicial, a seguir los protocolos hospitalarios. La única elección que le ofrecían era la de someterse resignadamente a las actuaciones médicas que se le proponían; o bien no aceptarlas y esperar a que realmente no hubiera otra opción posible y soportar su práctica forzosa. Esto no constituye un verdadero consentimiento. Lo importante, a nivel de protección constitucional, es que pudiera prestar un consentimiento libre.

El análisis de las circunstancias concurrentes es aún más necesario cuando las cuestiones constitucionales se refieren al proceso del embarazo, parto y maternidad, que es un acontecimiento de la máxima trascendencia en la vida afectiva y sexual de la mujer. La función de garante de los derechos fundamentales que corresponde a este Tribunal exige un análisis fáctico y jurídico constitucional completo y no fraccionado ni parcial. El Tribunal debió comprobar el historial clínico y el informe pericial psiquiátrico emitido por Licenciada en Medicina y Cirugía, Especialista en Psiquiatria para así formar criterio del conjunto de circunstancias que rodearon la prestación del consentimiento de la demandante. Las conclusiones de la especialista en psiquiatria, la demandante: presenta un Trastorno de Estrés Postraumático postparto, desencadenado por el trato recibido durante el nacimiento de su hijo en el hospital; el ser sometida a un ingreso forzado se considera como un criterio más que suficiente de estresor agudo. Que la paciente rechazara un examen vaginal dados sus antecedentes de víctima de violencia sexual y que este rechazo no fuera respetado, resulta especialmente traumático y lesivo para la paciente, que ve así dañada su dignidad y capacidad para confiar en profesionales sanitarios en un futuro, además de perjudicial para el progreso del parto. La actuación institucional-sanitaria que se llevó a cabo sobre la demandante vulneró sus derechos fundamentales a la integridad física y moral (art. 1 5 CE) y a la intimidad personal (art. 1 8 CE). Derechos que quedaron completamente preteridos a la protección de la vida e integridad del nasciturus, hasta el punto de vaciarse de contenido.Constituyó, igualmente una discriminación por razón de sexo -prohibida por el art. 1 4 CE- en cuanto trato degradante y peyorativo dispensado a una persona por un hecho -la maternidad y el parto directamente vinculados con el sexo femenino."

Por su parte, la Magistrada María Luisa Balaguer Callejón expresa en su voto particular la manera en la que se ejerce violencia obstétrica, y cómo los responsables están siendo respaldados por un sistema judicial que hace la vista gorda, evita los temas delicados, y se basa en prejuicios.

"El pronunciamiento que resuelve el presente recurso de amparo, parte de la existencia de una situación inicial no lesiva de derechos, y se limita a analizar las actuaciones médicas que siguieron a aquel ingreso, obviando las circunstancias en las que se produjo, y el impacto que tales circunstancias pudieron tener en la integridad física y moral de la recurrente en amparo. El razonamiento es excesivamente formalista y no tiene en cuenta ni las condiciones en que se produce el ingreso hospitalario, ni la noción de violencia obstétrica, a pesar de que se apunta la cuestión por las partes y aunque se cita algún documento internacional al respecto, no se considera a la hora de resolver el recurso de amparo.

*El proceso de alumbramiento se había iniciado previamente de forma natural, lo que hacía desaparecer la justificación de la intervención judicial, esto es la indicación de provocar el parto de forma artificial. Resulta claro que las decisiones de la mujer embarazada sobre el desarrollo del parto y sobre su integridad física, la gestión de su propio proceso de parto, sobre su cuerpo, quedaron absolutamente supeditadas en todo el proceso, a la preservación del interés identificado como superior. El órgano judicial no toma en consideración, con una mínima razonabilidad, la posibilidad que existan criterios médicos dispares sobre la gestión del parto."**

¿Y ahora, qué? ¿A dónde queremos llegar? ¿Cuál es nuestro objetivo?

Por esos votos particulares, sabemos que estamos muy cerca de ganar esta batalla judicial. Por eso y porque sabemos que el Tribunal Constitucional es bastante conservador, pero no es el caso en la ONU. Allí ya existen sentencias favorables en casos similares al mío. Allí no se atreverán a decirme que obligarme a que un desconocido me realice tactos a la fuerza, bajo coacción y amenaza (cuando expliqué previamente negarme por haber sufrido abusos sexuales y ofrezco otra persona, cualificada y colegiada, de mi confianza, para realizarlos) no es violencia obstétrica. 

No podrán negar, puesto que lo recoge mi historia clínica, que me he negado en varias ocasiones a firmar el consentimiento informado para ciertas intervenciones. Si leen los testimonios aportados, se darán cuenta de que los acabé firmando por una mentira y bajo coacción. Acabé firmando por una epidural que no quería porque me dijeron que tenían otra orden judicial que les daba permiso para hacer conmigo lo que quisieran. Acabé firmando por una epidural que no quería porque, de no hacerlo, según ellos, me podían mandar al quirófano ipso facto. Descubrí semanas más tarde que esta supuesta segunda orden judicial nunca existió. Se tiraron un farol. Y yo, tras varios días sin dormir, con contracciones y en medio de este caos, para evitar una cesárea injustificada, firmé.

Firmé bajo coacción por una epidural, por una rotura artificial de la bolsa, por una monitorización continua, por morfina, por un sinfín de cosas que no quería. Y tragué sus consecuencias: de tanto intervenir, de tanto forzar algo a contrarreloj y en ambiente tan hostil, acabé agotándome. El parto no podía progresar en medio de burlas, amenazas, y coacción constante. Ausencia total de intimidad, territorio hostil, infinitas interrupciones... En casa progresaba perfectamente, pero ahí ya no. Y mi hija empezó a dar señales de que necesitaba nacer. No había urgencia real, no había peligro inminente, pero ya entendí que, en estas condiciones, yo no iba a poder parir. Así que no me quedó otra que acabar en cesárea, con anestesia general y separación postparto. Caí en la trampa. Porque es lo que es, una trampa.

Tampoco podrán ignorar, tal y como se hizo hasta ahora, los peritajes neutrales que nombran las secuelas que sigo sufriendo a día de hoy a consecuencia del trato recibido y de la experiencia traumática. Verán en estos peritajes que ni la vida de mi bebé ni la mía corrían mayor peligro en casa que en el hospital. De hecho, no digo que no corría peligro, porque el riesgo cero no existe. Nunca. En ninguna casa ni en ningún hospital. Pero lo que sí relatan estos peritajes, es que el embarazo prolongado (y, de haberse dado, el parto en casa en estas circunstancias) presentaba pocos riesgos y, en todo caso, tantos riesgos como la inducción forzosa a la que quisieron someterme, saltándose sus propios protocolos al negarme el derecho al manejo expectante (monitorización fetal cada 24 horas para comprobar que todo siguiera bien). Esto demuestra claramente que, simplemente, la prepotencia del obstetra con el que me topé ese día se atragantó con mi osadía de querer elegir libremente, tal y como lo recoge la ley. Y esto, es violencia obstétrica.

Así que no me doy por vencida, sigo teniendo fe, aunque no será en este país, en que algún juez nos acabará dando la razón. Simplemente porque la tenemos. Estamos muy cerca de ganar esta batalla judicial, solo hace falta que alguien haga correctamente su trabajo. La ley está de mi parte, simplemente necesitamos, todas, que se aplique. No toleraré que mi vivencia sirva para que el Tribunal Constitucional permita que la violencia obstétrica campe a sus ancha en este país y que unos médicos canallas se conviertan en jueces todo poderosos y, encima, en total impunidad.

Por eso, 4 años tras los hechos, tras haber agotado los recursos judiciales nacionales, tras haber luchado, tras haber leído cada calumnia en la prensa, tras haberme expuesto tanto e invertido tanta energía en hacer visible la tortura que vivimos mi hija y yo, pido ayuda, pido sororidad, pido dinero, una vez más, para llevar mi caso al CEDAW. Agradeciendo infinitamente toda la generosidad que ya habéis tenido, me habéis dado alas. Sin vosotras, nada de esto habría sido posible. Pero no podemos abandonar aquí, tan cerca de la victoria. Os necesito para dar un pasito más. No por mí, yo ya no tengo nada que ganar ni perder. Por mis hijas, por todas las personas que, como yo, han aportado en los anteriores crowdfundings creyendo que algún juez en este país nos iba a dar la razón, por todas nosotras, paridas y por parir. Para que nadie más pase por este infierno en total indiferencia. Para que instancias internacionales como la ONU les recuerden a nuestras instituciones nacionales que tienen obligaciones, que tenemos derechos, que la impunidad no existe y que las mujeres, tenemos voz. Para pararles los pies. Porque estas dos últimas sentencias son auténticas injurias hacia las mujeres. Para que podamos parir libres y libres de prejuicios.

Más información sobre el caso Oviedo: https://www.parirenlibertad.org/caso-oviedo

Características básicas

Éste es el tercer crowdfunding que realizo yo para costear los gastos judiciales de mi caso (otra persona realizo otro el año pasado). Son varias decenas de miles de euros ya aportados. Y aunque si lo pienso me da vértigo y casi vergüenza, tengo que seguir pidiendo, tengo que seguir adelante. Porque aunque tenía esperanza de ganar en juicios anteriores, también sabíamos que podía no ser el caso. Esta vez se trata de llegar a la ONU. Y aquí es donde realmente tenemos posibilidades de ganar. Porque no es casualidad, en los últimos años, España ha sido condenada, en varias ocasiones, por estos tribunales. Ellos sí reconocen la existencia de la violencia obstétrica y la vulneración de nuestros derechos en España. A estos niveles, sí hay sentencias favorables de casos similares al mío. Estamos a un paso de la victoria, no quiero que las mujeres de este país se queden a las puertas de una sentencia que reconozca sus derechos.

Queremos costear los gastos de este recurso judicial para:

-Dar visibilidad a la violencia obstétrica, en todas sus formas. (No solo la maniobra de Kristeller y la episiotomía de rutina son violencia obstétrica)

-Hacer valer los derechos de las mujeres a lo largo de sus procesos reproductivos. (El plan de parto es un documento legal vinculante, los protocolos hospitalarios no son ley, el consentimiento informado solo existe con información actualizada y no sesgada y debe ser obtenido sin coacción, la mujer embarazada no pierde derechos por estarlo, la ley de autonomía del paciente también la respalda a ella, el parto en casa es legal y es una opción igual de válida que el parto hospitalario)

-Conseguir que la justicia internacional respalde nuestros derechos condenando a los culpables. (Ante la obviedad de la existencia de la violencia obstétrica en España, la justicia internacional debe tomar riendas en el asunto para conseguir frenarla. Ya existen varias sentencias contra España que sigue sin indemnizar a las victimas ni actualizar sus protocolos judiciales y de atención al parto respetado, tal y como se le ha exigido en estas sentencias)

-Sentar precedente para que nunca vuelva a ocurrir tal abuso. (Que nunca más se utilice el "Caso Oviedo" como amenaza para someter a una mujer, que ella pueda usarlo para recordar a cualquier profesional abusivo que tiene derechos y que la ley y la justicia la respaldan)

Motivación e a quen vai dirixido o proxecto

Es altamente probable que, si conseguimos seguir pagando abogadas, procuradoras, peritos y aledaños, y llegamos a la ONU, los jueces allí nos den la razón que sabemos que tenemos. Y con ello, es seguro que sentaremos un precedente, jurisprudencia la llaman, y las mujeres embarazadas, las madres, alcancemos en España esa plena libertad para decidir en todo momento, que ya está escrita en nuestras leyes.
Si quieres llegar a hacer realidad esa utopía que ya es habitual en otros países de Europa, apóyanos.
Si quieres llegar al hospital sabiendo que podrás decidir, que no serás secuestrada por un criterio médico, ¡¡apóyanos!!
Si quieres seguir teniendo derechos, aún estando embarazada, ¡¡apóyanos!!
Si quieres que la justicia te respalde cuando se han vulnerado tus derechos, ¡¡apóyanos!!

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Experiencia previa e equipo

Como ya he dicho, este es el tercer crowdfunding que realizamos desde Parir En Libertad, como ya dijimos las anteriores veces, "somos las mismas personas que hemos estado en todo momento apoyando a la mamá de Oviedo. Nosotras seguiremos aquí. Siempre. (...)
Somos mujeres, madres, matronas, doulas, ginecólogas, abogadas. Lo que se dice un equipo multidisciplinar de gente movida por una misma causa: conseguir un sistema sanitario democrático en el que el autoritarismo y la coacción se acaben."

Pero esta vez, salgo de mi escondite y os cuento que soy yo también, que obviamente no no estoy sola y por suerte siguen todas estas personas apoyándome, pero que en el fondo, esta lucha, aunque es de todas, también es mía. Es mi vivencia, son mis traumas, mis demonios y, sobretodo, es mi responsabilidad de hacer que lo vivido sirva para que nadie más lo pase, para que además del sistema sanitario, también tengamos un sistema judicial digno. Y no una farsa insultante y prácticamente inaccesible tal y como tenemos ahora mismo.

No somos solamente una pandilla de brujas. Somos muchas las asociaciones, mujeres y colectivos que damos la voz de alarma y queremos dejar claro que no vamos a aceptar este autoritarismo. Que nadie debe, jamás, coaccionar, ni judicialmente ni de ninguna manera, a una mujer de parto, a una mujer embarazada.

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Compromiso social

Objetivos de Desarrollo Sostenible

  • Salud y bienestar

    Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades

  • Igualdad de género

    Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas

  • Paz, justicia e instituciones sólidas

    Promover sociedades, justas, pacíficas e inclusivas