Acerca deste Proxecto
Amosar listado de necesidades
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Mínimo | Óptimo |
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Primera Fase para realizar dos construcciones sin cimientos (necesario)
(Primera Fase ) Nuestra idea es comprar dos yurtas de 30 metros cuadrados y colocarlas sobre dos bases de madera que realizaríamos nosotras mismas. Si el presupuesto obtenido no alcanzara para esto, lo tendríamos que sustitir por otras opciones más económicas como dos aulas de bioconstrucción con balas de paja, o de madera prefabricadas, siempre respetando un diámetro mínimo de 30 metros cuadrados.
Y siempre tratando de causar el menor impacto posible en nuestro entorno, por eso preferimos materiales naturales como la madera, el adobe, la paja, y en el caso de la yurta el algodón y la lana de la las telas que recubren la estructura.
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€ 7.000 | |
Plataformas de madera sobre las cuales construir las yurtas/aulas.
La idea es construir dos plataformas de madera, para aislar las construcciones del suelo y así evitar humedades y aprovechar el espacio inferior como almacén para leña, herramientas y demás. Las construiremos nosotras mismas con madera de pino de Euskadi y el asesoramiento de algunos padres del proyecto que tienen conomimientos sobre carpintería.
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€ 2.000 | |
Equipo de energía solar.
Equipo para instalar energía solar en las aulas. Se necesita una placa solar de 450 amperios, un inversor, un regulador y una batería, para cubrir las necesidades eléctricas básicas del proyecto. La instalación la realizaríamos nosotras mismas con ayuda de nuestro entorno.
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€ 800 | |
Construcción de un baño seco
Para poder realizar nuestras necesidades en el espacio de la Atalaya de manera sostenible a medio plazo, es necesario construir un baño seco, que no contamina el entorno y se puede realizar de manera rápida y sencilla con madera, un tejadillo y mantenimiento a base de serrín.
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€ 600 | |
Comprar de manera colectiva la tierra, es decir, la parcela de bosque, en la que se ubica nuestro proyecto.
El proyecto de la Atalaya se ubica en una parcela de bosque perteneciente a un vecino del pueblo colindante en la que hay olivos, encinas, algunos arboles frutales y un pozo. Nos gustaría poder comprarla de manera colectiva y que pase a ser del proyecto, porque el dueño desea venderla y de momento está dispuesto a alquiarnosla, pero si encontrase un vendedor nos tendriamos que marchar de allí, desmontar las yurtas y volver a empezar en otro lugar.
Nos gustaría mucho que la tierra fuera nuestra para estar tranquilas, sabiendo que no tendremos que irnos, y que todo aquello que construyamos va a perdurar.
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€ 8.000 | |
Bomba de agua y canalización
Compra de una bomba de agua y tuberías para trasladarla del pozo a la escuela.
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€ 1.000 | |
Segunda Fase para realizar dos construcciones sin cimientos (adicional)
(Segunda Fase ) Nuestra idea es comprar dos yurtas de 30 metros cuadrados y colocarlas sobre dos bases de madera que realizaríamos nosotras mismas. Si el presupuesto obtenido no alcanzara para esto, lo tendríamos que sustitir por otras opciones más económicas como dos aulas de bioconstrucción con balas de paja, o de madera prefabricadas, siempre respetando un diámetro mínimo de 30 metros cuadrados.
Y siempre tratando de causar el menor impacto posible en nuestro entorno, por eso preferimos materiales naturales como la madera, el adobe, la paja, y en el caso de la yurta el algodón y la lana de la las telas que recubren la estructura.
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€ 7.000 |
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Mínimo | Óptimo |
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Costes recompensas
Esta partida se usará para la grabación del cuento audiovisual, la impresión de los calendarios y la organización de la Jornada de Puertas abiertas.
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€ 500 | |
Mobiliario
Necesitamos sillas, mesas y estanterías de madera adaptadas al tamaño de las niñas y niños. Queremos realizarlas en el taller de carpintería de nuestro pueblo, y encargar ahí todo el mobiliario que necesitamos. Así fomentamos la economía local, la participacion de nuestros vecinos en el proyecto y además, el carpintero local puede realizar todo a medida y con las características que se requieran.
Consideramos esta partida como un gasto adicional porque ya contamos con un mobiliario básico que hemos ido reciclando, pero nos gustaría renovarlo.
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€ 2.000 | |
Material pedagógico
Necesitamos adquirir material pedagógico, adaptado a las diferentes edades de las criaturas del proyecto. Utilizamos especialmente material estructurado de la pedagogía Montessori, a partir de los 3 años, pero también necesitamos materiales de psicomotricidad, herramientas, materiales artísticos, instrumentos de música y aprovisionamiento de papeleria.
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€ 1.500 | |
Libros
Necesitmos crear una pequeña biblioteca, con Atlas, diccionarios y libros sobre las diferentes aereasde conocimiento: Botánica, zoología, geografía, poesía, el universo, el cuerpo humano, etc
Y también literatura adaptada a las diferentes edades.
Utilizamos libros de editoriales que por su trabajo nos resultan afines como: El Zorro Rojo, QOQ, Kalandraka, Maeva, Nubeocho, Cuatro Tuercas, Zahorí Books, Takatuka, Impedimenta, etc
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€ 800 |
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Mínimo | Óptimo |
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Comisión de Goteo y gastos administrativos de gestión del Crowfunding
Con esta cantidad podremos cubrir la comisión de Goteo, los gastos administrativos de la gestoría y comisiones bancarias una vez que alcancemos el mínimo solicitado.
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€ 1.500 | |
Gastos de creación y gestión de la campaña.
Gastos derivados de la creación de la campaña: Creación de la página web, edición de video, diseño y producción
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€ 500 | |
Gastos administrativos y comisión de Goteo, si se alcanza el "Öptimo".
Con esta cantidad podremos cubrir la comisión de Goteo, los gastos administrativos de la gestoría y comisiones bancarias una vez que alcancemos el óptimo solicitado.
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€ 1.500 | |
Total | € 11.500 | € 34.700 |
Información xeral
La Atalaya es un proyecto de educación activa y vivencial en la naturaleza. Nos encontramos en una comunidad rural, donde muchas familias llegan a criar alejadas de la ciudad.
Nos mueve la emoción por acompañar a las criaturas de una manera respetuosa, disfrutando el camino, cuidándonos y compartiendo la alegria de aprender, descubrir y explorar juntas, sin dejar de sorprendernos por los desafíos que nos depara cada día.
Hemos ido probando, a lo largo de diez años, diferentes formas de organizarnos y de acompañar a las niñas y niños, y actualmente somos un equipo de cuatro adultas acompañantes que toman las decisiones (el corazón) y un montón de familias con criaturas que le dan vida y color a este proyecto (nuestro motor!).
En los últimos tiempos hemos habitado varios espacios distintos, pero de todos hemos tenido que marcharnos.
Nada crece sin raíces, por eso, cansadas de andar como caracoles con nuestra casita a cuestas, buscamos un lugar del que nada ni nadie nos pueda echar. Un lugar donde enraizar para poder crecer. Una tierra en la que la vida de La Atalaia pueda desarrollarse tranquila y segura, esparciendo sus semillas y viendo madurar sus frutos.
Por eso hacemos este Crowfunding, para conseguir nuestro sueño de habitar una tierra colectiva. Queremos adquirir un terrenito y sembrar en él dos construcciones, dos espacios que puedan acoger como se requiere a nuestros dos grupos de edad. (Una para las criaturas más chiquitas y otra para las más mayores).
También necesitamos invertir un poquito en mobiliario de calidad, estanterías y mesas robustas y bien hechas... Hasta ahora hemos ido reciclando muebles que nos han prestado buen servicio, pero andamos siempre con patas volando, estantes que se derrumban y sillas desvencijadas.
Y por último necesitamos otro pequeño acopio para materiales y libros... No paramos de crecer y hace falta renovarse.
Con un granito de arena de cada persona que nos quiera apoyar, podremos construir los pilares de está Atalaya, para que desde ahí arriba, en lo alto... Las peques de nuestro pueblo puedan seguir trepando y aprendiendo, en respeto y libertad.
Gracias por apoyarnos, ¡con tu gotita de agua nuestras semillas podrán germinar! 🌱
Características básicas
La Atalaya es una escuela activa, donde el aprendizaje se produce de manera vivencial, es decir, viviendo desde dentro hacia fuera todos los procesos.
A partir de unos límites claros y sensatos cuidamos que las niñas puedan explorar y transitar las diferentes etapas de su desarrollo, respetando sus necesidades y sus ritmos, sin imponer unas pautas comunes, contemplando a cada criatura como lo que es: un ser único e irrepetible con sus propias características. Evitando las comparaciones, el juicio y las expectativas. Abrazando las emociones.
Queremos permitir que cada una constuya su identidad a su manera, escuchándose y dejándose guiar por esa intuición innata con la que nacemos las personas, esa curiosidad que en un espacio seguro nos impulsa a probar y a repetir, a descubrir y cuestionar, a tantear y asumir desafíos... Nos gusta alentar su capacidad de decidir, fomentando la autonomía y agradeciendo los errores, que tanto nos ayudan a aprender.
Para nosotras es fundamental vivir en contacto con la naturaleza, aprender de ella, cuidarla y cuidarnos, disfrutar la inmesa libertad que supone poder crecer al aire libre, disfrutar de la lluvia y de los charcos, de trepar, de saltar por las piedras, observar a las hormigas y buscar renacuajos, probar las plantas comestibles, recoger frutos y encender la estufa con las ramitas que recogemos en los paseos.
En un mundo cada vez mas tecnologizado nuestro proyecto busca el silencio lleno de sonidos de la naturaleza, el ritmo lento e imparable de las estaciones, las habilidades físicas que brinda poder explorar un entorno natural salvaje, sin modificar por el ser humano.
Aunque la vida cambia a un ritmo frénetico, el objetivo de la Atalaya es permanecer un poco al margen de las pantallas; volver la vista atrás y seguir aprendiendo de la sabiduría acumulada por nuestros ancestros a través de diferentes trabajos como la agricultura, la alfarería, la mecánica y otras profesiones que nos rodean; por eso tratamos de acercarnos a los oficios tradicionales y tejer redes colectivas en nuestro entorno, intentando que la escuela forme parte de la vida comunitaria, compartiendo los saberes que nos rodean y conociendo a las personas que los llevan a cabo.
Además del juego libre, la exploración de la naturaleza y la adquisición de técnicas concretas, tanto creativas como mecánicas, también aprendemos mucho de los libros, ¡claro! y del material estructurado manipulativo, que nos permite comprender ideas abstractas de forma sensorial. Para ello contamos con mucho material ideado por María Montessori, que conduce a las criaturas a adquirir conocimientos cada vez más complejos partiendo de la experimentaciòn sensorial, de una manera autónoma y manipulativa.
También tomamos elementos de otras fuentes, y no paramos de buscar todo aquello que nos pueda servir para para seguir poniendo piezas en el puzle infinito que es el proceso de aprender.
Tratamos de aplicar el apoyo mutuo y la cooperación en todas las variantes posibles, para tener presente en todo momento que un montón de preciosas individualidades se interrelacionan formando un todo, en el que cada una de sus partes es importante y única.
Los acuerdos y el trabajo colectivo son fundamentales en La Atalaya para convivir en armonía. Todas y todos nos necesitamos para ser exactamente lo que somos.
Motivación e a quen vai dirixido o proxecto
La Atalaya es un proyecto enfocado a familias que quieren vivir la crianza en un entorno natural, disfrutando de la naturaleza y sus ciclos vitales, muy alejados de los que marca la vida urbana.
Nuestro proyecto está pensado para personas que viven la crianza de manera consciente y respetuosa, y que buscan para sus criaturas un lugar en el que estos sean los pilares sobre los que se constrye todo lo demás. Familias que desean que sus hijas e hijos puedan desarrollarse de manera libre y autónoma, pero siempre acompañadxs en sus emociones, necesidades e intereses.
Creemos que es muy importante que existan alternativas a la escuela tradicional y en el medio rural es vital impulsar proyectos que dinamicen y vuelvan a llenar de vida y de energía pueblos como el nuestro, que hace 15 años se había quedado bastante despoblado y prácticamente sin niños.
Desde que empezaron a darse en este lugar proyectos educativos, han ido llegando a la zona multitud de familias con criaturas. Entre todas contribuimos a recuperar tierras que no se cultivaban, reactivamos un poco las economías locales, (alquilando casas, comprando en los mercados y tienditas locales), aprendemos y continuamos algunas profesiones tradicionales, recogemos las aceitunas que los viejitos ya no pueden cosechar y aportamos otros saberes que aquí no se daban... En definitiva, La Atalaya y las familias que se van sumando, contribuimos a dinamizar el medio rural en el que estamos.
Muchas personas mayores de la zona nos agradecen la alegría que trae consigo el ruido de las risas y los gritos de los peques, en unas calles que por un tiempo, llegaron a quedarse apagadas y silenciosas.
Una escuela viva, es también un entorno rico y activo.
Experiencia previa e equipo
Nuestro proyecto está timoneado por cuatro mujeres que formamos el equipo pedagógico y que estamos al pie del cañón de La Atalaya. Provenimos de formaciones y experiencias diversas que consideramos muy enriquecedoras a la hora de acompañar a las niñas y niños en la exploración y comprensión del mundo desde el máximo respeto hacia la infancia, las etapas del desarrollo y los procesos individuales.
Las trayectorias de cada una de nosotras han sido de lo más diferente; somos un entramado multidisciplinar con un bagaje personal y profesional que proviene de diversas áreas del conocimiento. Navegando procedentes de los ámbitos del arte, la música, la antropologia, la comunicación audiovisual, el teatro y la salud, lo que nos ha unido es nuestro gran amor hacia la infancia y el acompañamiento respetuoso de los procesos de aprendizaje. Las cuatro venimos de lugares distintos, dos de nosotras hemos vivido durante años en México, y de allí nos hemos traído una maleta llena de experiencia en la creacióǹ y participación de proyectos de educación alternativa, tanto en el nivel de infantil y de primaria, como en la universidad, en poblaciones urbanas y en comunidades indígenas.
Hemos trabajado con organismos públicos y con proyectos autónomos, hemos acompañados a critaturas desde los dos años hasta la juventud, dentro y fuera del aula; en lo académico y en lo lúdico, haciendo talleres, campamentos, rutas ambientales, cuentacuentos... Hemos trabajado con los servicios sociales, en proyectos de atención a la diversidad funcional, con comunidades autogestionadas, en barrios obreros, en ciudades grandes, en colegios públicos y en escuelas libres. Hemos trabajado muchas veces por vocación, sin cobrar, hemos arrancado numerosos proyectos y colaborado en muchos otros.
A pesar de nuestros distintos puntos de partida, nos hemos encontrado en un lugar común, compartimos aquello que nos une: el deseo de dar vida y dotar de raíces a este proyecto educactivo; juntas queremos seguir construyendo esta Atalaya, en la que volcamos todos nuestros aprendizajes y saberes, toda nuestra experiencia y nuestros descubrimientos pasados, nuestras ideas y visiones del mundo.
En los últimos años nos hemos ido centrando y acercando cada vez más a la infancia a través de la maternidad (de dos de nosotras) y de la formación específica en pedagogías activas. Hemos recibido formación como Guías Montessori en la etapa de Casa de Niñ@s (de 3 a 6 años) y de Taller (de 6 a 9 años), así como cursos sobre algunos aspectos de la pedagoǵia Waldorf, la Expresión Creadora y distintos cursos y talleres sobre Educación Activa y Pedagogía Libre.
Consideramos que todo el conocimiento y la experiencia que portamos puede servir para impulsar el desarrollo cognitivo y emocional de las niñas y niños con las que convivimos, así como la profundización en disciplinas y campos concretos del aprendizaje como son el lenguale y comunicación, el pensamiento matemático, la exploración y conocimiento del mundo, el desarrollo físico, la salud, el desarrollo personal y social y la expresión y apreciación artística.

Compromiso social

Educativo
Nuestro compromiso es enfocar la educación de la infancia de una manera respetuosa, cuidando la relación con el entorno y con los demás seres vivos y tratando de fomentar el apoyo mutuo, la cooperación, el trabajo colectivo y la preservación de los modos de vida sostenibles y coherentes con nuestro entorno natural.